De pronto llegó entre la multitud,
como si un gran imán te atrajera,
como si hubiera una gran fuerza de gravedad
y yo fuera el objeto más pesado
del universo,
y sin saber como me hizo creer
que había revivido
algo que se encontraba
totalmente marchito.
Pasaron los días
y lo meses como si
de un suspiro se tratara,
¿soñar? quien querría soñar
cuando tu día a día es mejor
que cualquier sueño que nadie podría imaginar.
Y de pronto te das cuenta
que lo muerto o marchito
jamás vuelve a la vida,
pues si por un instante
miras hacia atrás,
te percatas que estás en
una montaña inmensa
y que lo que creías la cima del mundo
sólo era la cima de una colina
que se encuentra muy abajo,
que has aprendido a volar
cuando antes te conformabas con saltar,
y que últimamente se te olvido
escribir en un rincón olvidado
pues aprendiste
a hablar con el corazón,
aprendiste a no querer esperar
que esa "fuerza de gravedad"
supiera lo que hay dentro de ti,
aprendiste que no revivió nada
si no que nació algo nuevo en ti.
La ausencia de lo escrito,
es la presencia de lo hablado.
Para ti Patricia,
que has creando
un mundo nuevo
sin que me diera cuenta.
un mundo nuevo
sin que me diera cuenta.