Quise creer hasta el último instante,
quise ser inconsciente
y encontrar una explicación,
un por que...
Y busqué
una y otra vez,
una y otra vez,
hasta que la realidad
se encargó de cerrar todas esas puertas imaginarias
enseñándome que sólo existe una,
realidad solo hay una...
Quizás haya sido mi optimismo,
mi ingenuidad,
y mis esperanzas incansables...
Al igual que un/a niñ@
cree que es el ratoncito pérez,
el habilidoso ladrón de dientes
encargado de que en la mañana siguiente
una sonrisa invada su cara,
en ese instante en que la magia es real.
Un 4 de Diciembre,
y otro día más en el que la mente
y mi parte incontrolable,
luchan por el equilibrio del bienestar
Un 4 de Diciembre,
y otro día más en el que la mente
y mi parte incontrolable,
luchan por el equilibrio del bienestar
