Caminando por un prado,
Una gallina se puso a empollarlo
Con los polluelos creció,
Un día ya vieja,
¡Ni lo sueñes!
Y el águila acabo sus días
un
granjero se encontró con un huevo de águila,
lo
guardó y lo metió en su gallinero.
Una gallina se puso a empollarlo
y
cuando nació la cría de águila,
se
vio entre muchos polluelos y se creyó uno de ellos.
Con los polluelos creció,
comía
como ellos, insectos, grano,
y
se asustaba ante la posible presencia de un zorro,
el
águila cacareaba como una gallina
y
no se atrevía a volar,
como
se supone que deben hacer las gallinas.
Un día ya vieja,
vio
sobrevolar la granja una majestuosa águila,
y
pensó: ¡Que maravilla!
¡Que
forma de volar!
Quien
pudiera ser un águila…
¡Ni lo sueñes!
le
respondió una gallina junto a la que había crecido,
eres
una simple gallina, no la reina de las aves,
y
consuélate con lo que eres…
Y el águila acabo sus días
pensando
que era una gallina…
Cada uno de nosotros
con nuestra mentalidad
elegimos si somos
águilas o simples gallinas,
no consientas que
nadie te diga lo que eres
y hasta donde puedes
llegar,
pues eso solo
depende de ti!
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