La vida...
ese río de caudal interminable
en el que muchos
se empeñan en nadar contracorriente,
en construir tabiques,
en hacer de algo tan fácil como
deslizarse por la corriente
y aprovecharse de ella,
una lucha sin fin...
La vida al fin y al cabo
es un acto de dejar ir,
dejar ir al tiempo,
a las personas,
dejar ir lo material
que con el paso del tiempo se deteriora,
simplemente asumir
que debemos dejar ir,
y tomarnos el tiempo necesario para decir adiós.
Debemos de aprender
a disfrutar del instante vivido,
y no querer mantenerlo perenne,
pues ese esfuerzo no nos dejará
apreciar todo lo demás...
No puedes tener
un mañana mejor,
si estas pensando
en el día de ayer todo el tiempo.
Dicen que las oportunidades
son los acontecimientos que marcan nuestra vida,
incluso las que dejamos escapar,
pues se nos puede plantear
la oportunidad de volver a hacer algo
pero jamás será igual ni en el tiempo
ni en el lugar,
ni en las formas,
por ello aprovecha cada oportunidad
que la vida te brinde,
y empieza cada día
como si tú lo inventaras...
Aprende a deslizarte
por el río de la vida,
aprende a no aferrarte
a nada y disfrutar de todo,
aprende a luchar por lo
que te hace vibrar desde
lo más profundo de tu ser,
y lo más importante
aprende quién eres,
y no olvides a donde quieres ir jamás.
Puedes ser esa agua
que se desliza entre las rocas
con esa suavidad majestuosa
para llegar al final de tu camino.
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