sábado, 21 de mayo de 2011

Batalla


La inquietud, el éxtasis,
el olor óxido de las armas y armaduras, con su frío tacto,
el olor a azufre en el ambiente por la sangre derramada,
mezclándose con la descomposición de los caídos.

El valor que le impulsaba
y el honor por la causa que luchaba,
hacia que el nombre un simple hombre
pasara a la inmortalidad por sus batallas.

Las guerras nunca fueron buenas,
pero quizás antiguamente,
cosas como el honor, el valor, los ideales,
las creencias, el amor, la patria, la familia...
tenían un significado que hoy en día
los soldados de la vida han ido olvidando.

La batalla de la vida es la
primera que debemos vencer,
encontrar todo aquello que nos hace únicos,
convertirnos en todo aquello
que esperamos del mundo
tener el valor de ser nosotros mismos,
pues pocas batallas puede vencer,
quien empuña la espada de la vida por la hoja...

Encuentra lo más básico de la vida,
busca una meta, un sueño,
ama sin cesar y sin esperar nada a cambio,
busca el honor y respeto en tus actos y palabras,
honra y protege a tu familia,
recuerda y respeta a los que cayeron
sean familia, amigos, conocidos o enemigos,
y con suerte conseguirás una vida plena,
con suerte… el día del final conseguirás una muerte digna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario