lunes, 2 de enero de 2012

El hombre y las estrellas

Una mujer iba caminando al atardecer
por una playa desértica.

Mientras caminaba,
divisó a un hombre a lo lejos y al acercarse,

vio que el hombre se agachaba constantemente,

recogía algo y lo lanzaba al agua,
una y otra vez lanzaba cosas al mar.


Cuando ella se acercó más,

vio que el hombre recogía estrellas de mar

que se habían quedado en la orilla de la playa
y una a una, las iba devolviendo al agua.


Ella se acercó al hombre y le dijo:

- Buenas tardes, siento mucha curiosidad.

¿Qué está haciendo?


El hombre le respondió:

- Devuelvo estas estrellas de mar al océano.

La marea está baja
y todas estas estrellas
se han quedado en la playa,
si no las echo nuevamente al mar,

se mueren aquí por falta de oxígeno.


Ella respondió:

- Ya entiendo,
pero ha de haber miles
de estrellas de mar en esta playa,
es imposible devolverlas a todas, son demasiadas...

Además, seguramente esto pa
sa en cientos de playas.
¿No se da cuenta de que no cambia nada?


El hombre sonrió,
se agachó,
levantó otra estrella para lanzarla
de nuevo al mar y respondió:

- ¡Para ésta estrella de mar, sí cambió algo!


Existe una historia similar,
con medusas que se iluminaban


2 comentarios:

  1. La historia es diferente.. Xo en sí el momento seguro q era mucho mas bonito

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  2. Cada historia es única e irrepetible, pues una persona bajo las mismas circunstancias y en otro lugar no actuaria exactamente igual, ya que nos vemos influenciados por las personas y el entorno en un instante concreto.
    Pero son esas diferencias lo que hacen cada instante único, e irrepetible, y son lo que nos hace ver lo importante que es la vida, no solo el final o en momentos clave... es importante a cada instante, ya que un gesto puede cambiar una historia desde el cero al infinito.
    Muchisimas gracias por el comentario! Un saludo!

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