martes, 5 de febrero de 2013

Un cuento

Había una vez un joven
que vivía en una aldea acogedora,
con su familia,
conocidos,
amigos...

El joven tuvo una vida plena,
estaba bien reconocido,
tenia un buen puesto de trabajo,
era un gran deportista
y obtenía prácticamente todo lo que deseaba,
por lo que se sentía dichoso en la vida.

Un día algo cambió en ese joven,
la felicidad de sus triunfos duraba escasos momentos,
la energía por alcanzar metas se había esfumado,
y sólo había un lugar lejano,
no recogido en los libros ni mapas,
un lugar dónde se sentía pleno,
dónde no sentía necesidades
y simplemente se bastaba con ser y estar,
su hogar lo que tantos envidiaban 
no le aportaba paz alguna,
sólo ese lugar dónde se acurrucaba
y el mundo se reducía a milímetros,
a segundos,
a paz... 

Ese lugar cada vez
se encontraba más lejos,
más oculto y difícil de encontrar...

¿Que es la felicidad?
¿Dónde la encontramos?
¿Cuánto dura?
Eran preguntas que asaltaban 
su mente de una forma incansable

Un día sin motivo alguno
y sumido en una depresión
que no le dejaba vivir,
se marchó a la cima de la montaña más alta del lugar,
 su intención: cesar en la agonía que vivía,
pues ya prácticamente nada le compensaba
sin su rincón,
su refugio de paz.

Una vez en la cima y
tras un largo rato al borde del adiós
un anciano apareció de la nada,
tenía el pelo canoso,
barba desaliñada,
ropas cómodas aunque no apropiadas para la montaña,
se acercó  lentamente al joven, 
como si se deslizara por el terreno pedregoso 
a pesar de su avanzada edad y le dijo:
Puedo oír tu dolor y desesperación desde mi casa,
puedo ver en tus ojos una tristeza abrumadora
"al mismo tiempo que una lágrima 
caía por su rostro"

El joven bajo su desesperación le contesto:
Soy un desgraciado,
mis triunfos, mi dicha, ya no son nada,
no hay nada que me retenga ya a la vida,
hace tiempo que ya no vivo,
me mantengo en un letargo
en el que me invade la agonía...

Sé lo que buscas "le contestó el anciano"
el amor...
cuando experimentas lo que es el amor ya jamás nada te sacia,
nada se compara a ello,
pero nadie dijo que el amor fuera fácil,
el amor es entender que vas a sufrir,
que vas a llorar,
es saber perdonar,
pero por encima de todo el amor es 
AMOR...

Entiende el amor,
compréndelo y no te rindas ante el,
abandona todo lo que creas ser,
tira todo lo que te ate o retenga,
rompe tus sueños y esperanzas,
y ve...
pero no vayas antes de haber hecho lo que te he dicho
es un camino de ida,
se terminaron las vueltas,
pues una vez que vayas si no estas vacío
caerás en una locura de la que jamás podrás volver,
pero hazle un favor a este anciano soñador,
no acabes con tu vida ahora,
pues puedo percibir todo tu dolor y moriría yo también...

El joven sobrecogido por sus palabras,
le estrechó la mano,
luego le abrazó mientras rompía a llorar,
ese anciano le había salvado la vida,
y justo en el momento en el que se disponía a hablar,
el anciano le dijo "vuelve dentro de 6 meses a este lugar,
yo te estaré esperando, si entonces no 
as vuelto a ese lugar que ansias,
ese rincón dónde te acurrucas,
o no as conseguido
encontrar la paz en el amor,
 nada nos retendrá aquí"

 El joven asintió con la cabeza y volvió lentamente a su casa,
sobrecogido por el encuentro,
y una sensación de paz...

Una vez en su cama, recordó el rostro del anciano,
la forma de su barba, 
su lunar próximo a su ojo izquierdo,
la forma de sus pequeños ojos,
el olor al abrazarle,
 incluso una cicatriz 
marcada por el paso del tiempo 
y la ausencia de pelo sobre su ceja derecha...
de pronto un escalofrío le recorrió el cuerpo,
se levanto postrándose ante un espejo...
Era él mismo
con unos cuantos años más...

Una parte más sabia y consciente de él
le había recordado lo que es el amor,
y que tras probar su dulce sabor
ya nada en la vida es capaz de saciarte,
por ello debía encontrar el amor
en todo lo que hacía
o sería un desgraciado. para siempre...

Pero una duda le invadía...
¿Por qué seis meses?
¿ Estaría esa visión de él mismo
en el monte entonces?
Sólo le quedaba algo en su interior...
fe....

El amor debe de ser una forma de vida...

No hay comentarios:

Publicar un comentario